El Getxoberri de 29 de junio tiene encartado lo que pretende ser un panegírico en favor de la desmesura de Antzoki. Su loa no acierta más que a descubrirse como metáfora de un primer fracaso. Un fracaso en lo inmediato ya denunciado tiempo atrás por la Asociación de Vecinos de San Nikolas. El ayuntamiento admite ahora el escaso éxito en la compra de plazas de garaje en el subsuelo de la plaza de San Nikolas. No es más que la consecuencia de una falta absoluta de planificación. Si ni siquiera el mastodíndico antzoki cuenta con un estudio de viabilidad, ¿Cómo iba a saber el ayuntamiento necesidades de vecinos en cuanto a condiciones de arrendamiento de garajes? Que el consistorio ofrezca ahora a quienes viven en Andra Mari o Romo (!!!!) la posibilidad de hacerse con una plaza de garaje en San Nikolas es cuanto menos abracadabrante.
El desproporcionado Antzoki es en si una suma de errores: propaganda política fundamentada en edificios marca; centralización cultural – si acaso – en contra de dotar a los barrios de nutriente cultural. Es un modelo socialmente costoso. Culturalmente agredido por cuanto su capacidad dependerá de la amortización del descomunal proyecto. Las cifras iniciales que situaban en torno a los 40 millones su presupuesto (unos 6.600 millones de pesetas), de nada sirven ya. Hemos de contar todos los cambios surgidos por las inherentes dificultades estructurales de encajar semejante edificio es tal espacio, sumar las amortizaciones de créditos bancarios socilitados. De poco sirve que en el Getxoberri de 29 de junio se lance la bienaventuranza de que las «adjudicaciones se han realizado por debajo del 20%». Nada significa esto sino lo que habitualemnte sucede: las licitaciones se rebajan pero la obra final supera ese 20%, precisamente el permitido por la ley. TODAS las obras efectuadas en Getxo bajo el plan E supusieron un sobrecoste del 20%.
Es lamentable el derroche comunicativo que dispensa el ayuntamiento en justificar un modelo cultural al servicio del urbanístico para un antzoki que resultaría socialmente rentable de haberse establecido previamente un verdadero consenso socio cultural nacido de los barrios algorteños. El elevado costo de esta neglicencia lo van a pagar quienes viven en Getxo, o más precisamente los que con cada vez más crueldad van a empezar a no poder vivir (1). Si hacemos cálculo de cuánto cobran concejales, asesores junto al alcalde, además de otros cargos de importancia, quizá juntando sueldos de entre 50.000 83.000 euros/año, mas sueldos de concejales prestos en legislaturas pasadas al negligentis et colaborandis obstat, quizá en unos cuantos años se recobre de estos emolumentos el dispendio oneroso. Deducimos que estas insignes personalidades tienen un debe social bien grave. Lo mismo vale para la descolosal Kultur Etxea planeada en Romo, réplica algo más moderada pero con modelo cultural idéntico al del antzoki.
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(1) el mismo Getxoberri de 29 de junio anuncia la renovación de las tarifas del Polideportivo de Fadura en función de las rentas. La ingenieria impositiva ¿Acude en ayuda de las cuentas municipales?